Las diferencias del caso Aurus
Antes que nada, debo aclarar que trabajé en Aurus entre el 2010 y el 2012, que todavía mantengo una excelente relación con todas las personas que trabajan ahí, y que uno de sus fondos de venture capital fue el primer inversionista en mi empresa.
Por supuesto mi opinión va a estar teñida por lo anterior, pero pienso que mi perspectiva, más cercana a las personas en cuestión, puede complementar la información que se ha publicado y que va seguir publicándose durante las próximas semanas.
La prensa financiera nuevamente tiene tribuna y como es de esperar, va a hacer cuanto pueda para prolongar este periodo hasta que la gente se aburra o hasta que aparezca otro evento mediático que ocupe sus titulares. En ese afán, han aprovechado el caso de Aurus como continuidad del trabajo de seguimiento que han venido a haciendo a los escándalos económicos que antecedieron durante este año y de los que ya no tenían nada nuevo que decir.
Si aún no has leído estos artículos, puedo ahorrarte tiempo, este caso comparte 2 elementos con esos escándalos:
- Son empresas de la misma industria (servicios financieros)
- Hubo fraude (aquí el link a la única información oficial al respecto)
Lo que han olvidado y me parece justo hacer mención, son todos los elementos que hacen de este, un caso completamente distinto:
- Los socios de Aurus no ganaron dinero con el fraude, de hecho los principales afectados son ellos, sus familias y amigos.
- La autoridad no detectó el fraude, de hecho fueron ellos quienes identificaron la situación mediante una auditoría interna.
- No los acusaron, de hecho fueron ellos quienes cumpliendo con la ley notificaron a la SVS.
- No desaparecieron, de hecho están trabajando para cuantificar el daño y ofrecer la mejor solución a sus aportantes.
Por supuesto, las historias de personas cumpliendo con su responsabilidad y aportando a que el sistema funcione son menos atractivas que los cuentos de villanos.