Comenzando a vender
Comenzando a vender
El momento en que comienzas a vender es cuando tu proyecto se convierte en un negocio.
Si algo aprendí con mi primera empresa es que hay que llegar a ese momento tan pronto como sea posible.
No sólo por motivos financieros, sino porque en la venta realmente se prueba si el modelo de negocios es viable, si la oferta de valor tiene buena acogida, si el precio es el adecuado, si la estrategia de captación de clientes funciona, etc.
Además, muchos emprendedores caen presa de la ansiedad y demoran ese momento al punto de consumir todos sus recursos antes de tener la oportunidad de salir a probarse a sí mismos.
Acelerar la llegada de ese momento es también, entonces, una forma de no caer en esa trampa.
Antes de salir a vender hay que tener 2 consideraciones:
1.) Lo más probable es que tu modelo de negocios no funcione.
Es realmente muy poco probable que en tu primera apuesta hayas acertado a todas las variables (producto, precio, canales, etc.).
No puedes permitir que eso afecte tu autoestima o merme tu energía. En un emprendimiento estás probando tu capacidad de gestión no de adivinar.
Lo que sí tienes que hacer, cuando tu modelo falle, es identificar qué elementos son los equivocados para mejorarlos y volver a salir a vender rápidamente.
2.) Es más fácil venderle a personas con quienes ya tienes una relación.
En un artículo anterior expliqué cómo comencé a realizar el primer contacto con potenciales clientes, personas de 2 nichos distintos, “influencers” y “dueños de PyMes”.
En ambos casos la táctica fue distinta, pero la estrategia, la misma: ofrecerles gratis algo relevante.
A los influencers les ofrecí exposición en un reporte sobre Influencer Marketing sin pedirles nada a cambio.
Utilizando herramientas de automatización de marketing configuré que cada vez que alguien se descarga el reporte, le lleguen 3 distintos correos a lo largo de una semana promoviendo una oferta especial exclusiva para los lectores del reporte: 14 días gratis de gestión de sus redes sociales para aumentar sus seguidores en Twitter e Instagram.
Luego de concluir esos 14 días, recién los invitamos a una reunión para ofrecerles dar continuidad al servicio.
A los dueños de PyMes les ofrecí información relevante sobre sus clientes en internet, completamente gratis.
Una vez concluido el análisis, se los enviamos por correo electrónico junto a un mensaje tipo “además nos tomamos la libertad de hacer un diagnóstico de tu sitio web y preparar un plan de marketing para tu empresa ¿Te interesaría coordinar una videollamada para entregarte esa información?”
Como ocurre siempre, el primer intento no cumplió la expectativa: conseguimos 0 clientes del nicho de Influencers y muy pocos del nicho de Dueños de PyMes.
Sin embargo fue un éxito…
Identifiqué el origen del problema en ambos casos: para los influencers, el precio de la continuidad del servicio era demasiado alto, y en el caso de los dueños de PyMes, la calidad del reporte era bajo sus expectativas y eso disminuye la confianza en los resultados que les podemos ofrecer luego.
¡Ahora sé exactamente qué debo hacer para mejorar!
En el siguiente artículo te voy a explicar no solamente cómo lo hice, sino también qué hice para asegurar que la calidad de ambos procesos sea óptima cada vez.
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Alejandro
@
Excelente artículo, Gabriel!
Me siento afortunado de ser parte del equipo de Canal Online, y de vivir, en carne propia, este proceso de levantar una agencia de marketing.
Más que crear un negocio, estamos creciendo como personas y desarrollando nuevas habilidades de gestión.
Sigamos pedaleando!